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miércoles, 20 de diciembre de 2017

Frases sobre el duelo


“Tu ausencia me ha atravesado como hilo en una aguja. Todo lo que hago está cosido con su color.”
W.S. Merwin

Cuando te sientas dolorido, mira de nuevo en tu corazón y deberías ver que estas llorando por lo que ha sido tu gran disfrute.
Kahlil Gibran


La muerte no es apagar la luz, es solamente apagar la lámpara porque ha llegado el amanecer.
(Rabindranath Tagore)

martes, 5 de diciembre de 2017

El apoyo de los seres queridos fallecidos para superar su muerte

Azahara, del blog Un pedacito de mí, y Carmen en los comentarios de la entrada anterior plantearon unas cuestiones muy interesantes a las que voy a intentar responder.
Azahara"Por otra parte, siempre me da por pensar en cómo se debe sentir la persona que se ha ido y que ve a sus familiares pasarlo mal. Se debe sentir impotencia y ganas de ponerte en contacto para tranquilizarles".
Carmen"si ellos nos ven sufrir ¿sufriran? aunque a veces pienso que es como los cuentos de los sabios, que ellos saben que de nuestro sufrimiento aprenderemos o renaceremos, y por eso no sufren, solo esperan a poder echarnos una mano, esa mano puede ser en forma de idea que soluciona el problema, una paz de animo cuando pensamos que no podemos más, alguien que de pronto aparece y con su conversación nos hace sentir mejor, no se, en esas mil cosas a veces pequeñas cosas que pasan y nos ayudan a tirar".
Al morir, seguimos siendo nosotros, o mejor dicho, nuestra alma o esencia, sigue viviendo, no desaparece. El cuerpo físico se queda mientras que el espíritu que somos, ocupa otro lugar en otra dimensión o plano donde se puede descansar, repasar la vida experimentada, seguir trabajando y evolucionando, ayudando a otros seres, etc.
Las emociones o sentimientos que tiene el alma, son distintas a cuando estamos en la tierra. Aquí, las emociones están a flor de piel, sufrimos, reímos, sentimos la injusticia, la deslealtad, la fidelidad, la unión con una fuerza e intensidad que no existen en otros planos.
En la tierra amamos, sentimos que los lazos que nos unen son infinitos, y es cierto que lo son, pues somos eternos, pero no se viven con la misma intensidad cuando morimos. El amor es el mismo, incluso la capacidad de amar es mayor, pues, en teoría, no estamos sujetos a los apegos. Luego el amor es incondicional, los lazos que nos unen se estrechan. Pero también "se relajan en intensidad"En la tierra somos viscerales, radicales; en otras dimensiones, somos amor. Los seres que han muerto, nos ven, saben lo que nos ocurre y lo que sentimos, pero no lo viven como nosotros. 

Voy a poner un ejemplo. Una persona muy cercana a mi, le llamaré Luis, en vida tenía un corazón de oro y era muy generoso, aunque también era muy quisquilloso, todo le molestaba. Tenía una relación bastante tensa con una hermana y discutían muchísimo. Los hijos de ambos tampoco tenían una buena relación entre sí y poco a poco la distancia acabó con la relación.

Durante una consulta con una sobrina de Luis, apareció éste como un guía suyo. Al morir, se dio cuenta que la mala relación que había tenido con su hermana y familia, había sido por una tontería, y quería disfrutar y ayudar a su sobrina mientras ella lo quisiera. Lo que para él estando vivo, hubiera sido impensable porque le producía dolor, ahora no existía. No había sufrimiento, ni pena. Sólo amor.

Es habitual que en muchos de los mensajes de los seres queridos que han muerto, al ver que sufrimos por su marcha, por su muerte, quieren transmitirnos que se viva con alegría, esperanza, porque ellos están bien y son felices.

Hay consultas que impactan más que otras por muchos motivos. El hijo de Ana murió en un accidente de coche. Tenían una relación muy estrecha, se llevaban muy bien, habían cuidado siempre uno del otro. Al morir su hijo, Ana entró en una depresión muy fuerte de la que ya ha salido. En los mensajes que le daba su hijo, le decía que siguiera adelante, que le quería ver feliz, contenta, riéndose y no llorando. Y bromeando, le decía que le iban a salir arrugas. Era una broma familiar.

Ana no entendía que su hijo le dijeran que se riera, no le parecía correcto, sentía que se burlaba de ella. Le preguntaba a su hijo, ¿y todo lo que hemos pasado, todo lo que hemos sufrido por este u otro motivo, ya no importa? El le respondía que no sentía dolor, ni pena por lo que había pasado, quedaba atrás y que ahora se daba cuenta de que había sido una pérdida de tiempo. Ana no pensaba de la misma manera.

Su hijo quería que Ana avanzara, que viviera con alegría y quería ayudarle a conseguirlo. Ana, no quería dejar de sufrir, pensaba que su dolor era el de su hijo y él le entendería, pero no es así. Por mucho que su hijo le dijera que dejara atrás el dolor y se abriera a la alegría, siguió sin entenderlo.

El dolor de Ana no ha remitido, porque ella necesita de él para darle sentido a su vida y por mucho que su hijo, le ayude a superarlo, no lo ha conseguido. Sigue a su lado, velando y guiándole. No sufre por su madre, ni por su dolor. Sólo le ama, está con ella.
Los seres queridos, no sienten nuestro dolor como el suyo. Permanecen a nuestro lado si ellos así lo desean, y a través del amor que sienten, nos ayudan, guían, velan, protegen. En su vida, no hay envidias, celos, angustias, riñas; hay entendimiento, comprensión, y sobre todo, hay amor.

Unos seres llegaran antes que otros, a vivir esta situación de amor, desde donde todo se vive con otra intensidad, con un mayor conocimiento y donde la luz permite que vean lo que nosotros no podemos, llenando de claridad nuestras sombras, sanando nuestras heridas, acompañándonos en nuestro caminar por la vida. Para disfrutarlo, debemos darnos permiso para sentir y vivir sin dejar espacio a la culpa y al remordimiento. 


Maria Eugenia Aurensanz - Spiral Aurea


domingo, 22 de enero de 2017

domingo, 8 de enero de 2017

Preguntas para explorar y profundizar en el duelo: ¿Qué necesito?





© MalagónEl duelo es un camino que lleva implícito un trabajo para poder ser recorrido. Es un proceso que no depende del tiempo, sino del “cómo” lo transite cada doliente.
El camino no es recto, ni mucho menos, por eso, a veces el camino pide que el doliente se tome un tiempo para estar en una parte concreta del mismo, quizá profundizando en ella o cogiendo fuerzas para la subida que se aproxima. El camino que atraviesa cada persona es diferente y sólo el doliente sabe en su interior cómo atravesarlo.

La introspección en el duelo

Para poder conectar con esa intuición o inteligencia que “sabe” lo que está bien para cada uno (y que no suele estar totalmente accesible) el doliente comienza un trabajo de introspección, de ir más allá de los mecanismos de defensa que pueden confundirnos, yendo un paso por debajo del miedo o de la tristeza, sentimientos que tienden a orientarnos hacia la negación o hacia algún otro lugar de bloqueo o de poco avance.
Una manera de profundizar en la experiencia del duelo, de ir más allá de lo que automáticamente nos surge desde los mecanismos de defensa, es el trabajo a través de preguntas. Una de las muchas que puede hacerse el doliente y que responde a procesos que se dan el transcurso del duelo, es la que planteamos en este post: ¿Qué necesito? Conectar con la auténtica necesidad y proveernos de lo que necesitamos marca todo un camino.

Las necesidades del doliente tras la pérdida

La necesidad puede ir de lo más concreto y físico -como necesidad de descanso- a la necesidad más amplia, incluso podríamos decir existencial: “Necesito poner límites”. La propuesta de trabajar con preguntas no es quedarnos sólo a nivel racional, es decir, no se trata de contestar con una solución o con lo que más rápido venga a la cabeza.
Además de la inteligencia racional, el ser humano también posee la inteligencia emocional, la intuitiva, la corporal… La propuesta de trabajo con esta pregunta es hacer una pausa y romper con el automatismo de nuestros mecanismos de defensa.

Cómo trabajar la introspección en el duelo

Para trabajar la pregunta de “¿Qué necesito?” lo que proponemos es elegir un lugar de la casa, de la habitación o algún lugar del exterior que sea especial para nosotros, donde nos sintamos nosotros mismos o especialmente cómodos.
Una vez que hemos encontrado ese lugar, nos acomodamos en él: si es en casa, buscamos un momento del día o de la noche en el que no nos vayan a interrumpir o pedimos ese espacio de media hora. Es importante crear un espacio de silencio, no solo externo, sino también interno. Si nos ayuda crear algo de ambiente, como encender incienso o alguna candelita, está bien; si no, también está bien.
La propuesta es: parar, mirar y escuchar. Normalmente la tendencia que tenemos frente a lo complicado y doloroso es intentar deshacernos de ello, pero así sólo conseguimos arrinconarlo, que tome otro camino para ser atendido o que genere sensación de bloqueo, agotamiento y descentramiento.

Parar, mirar y escuchar el duelo

– PARAR: La manera que proponemos de parar y acudir al presente es a través del cuerpo. La respiración nos sirve de toma de tierra con el presente, por eso, la manera de parar será centrando la atención en nuestra respiración, sin trata de modificar ni cambiar su curso o su ritmo. Una vez que pongamos la atención en mi interior, podemos ir paseando la atención por las distintas partes del cuerpo, tomando conciencia, sin intentar relajar o cambiar nada, sin juzgar ni exigir, simplemente, dándonos cuenta.
– MIRAR PROFUNDAMENTE: En la búsqueda de silencio interno nos encontramos con muchos “ruidos internos”: pensamientos, sensaciones, emociones, incomodidades físicas. Para poder mirar profundamente buscamos reconocer lo que está ocurriendo y dejarlo pasar, sin aferrarnos. Conectar con la respiración nos servirá de anclaje. Para poder mirar con profundidad, conviene poner en marcha una actitud de “no juicio”, de empatía y atención hacia nosotros mismos.
– PREGUNTAR-ESCUCHAR: A continuación, podemos hacernos esa pregunta, como si se la preguntásemos a nuestro cuerpo: ¿Qué necesito? (puedes modificar la pregunta si así te conecta más, por ejemplo: ¿Qué necesito para elaborar mi duelo? ¿Qué necesito en este punto del camino? ¿Qué necesita esta tristeza profunda que siento?) No hay que responder automáticamente, sino dejando que vengan imágenes, tal vez algún recuerdo, alguna sensación física, en esa manera de “estar con lo que hay”, con la emoción, pasando del modo automático al consciente, y escuchando todo eso que surge, en lugar de tratar de evitarlas.

La escucha profunda de nuestro interior

Si este ejercicio nos ayuda, podemos empezar a escribir con esa pregunta que hemos lanzado a nuestro interior, dejando que salgan las palabras, frases, sin hacer ninguna pausa durante unos 5-10 minutos. Dejaremos que las palabras surjan de un modo espontáneo, no pensado, ni teniendo cuidado con el estilo, no lo va a leer nadie, es sólo para ti.
Una vez que hayan pasado unos 5 o 10 minutos escribiendo, reléelo con calma, sin prisa, como si lo estuvieras saboreando, y subraya tres palabras que resuenen especialmente, que “hagan diana”. Cuando las tengas, permanece un rato con esas palabras, repitiéndolas, dejando que vengan asociaciones, imágenes, sensaciones.
Tanto si surge algo concreto como si no, está bien este espacio de tiempo que has dedicado a la escucha profunda y puedes continuar trabajando con esta pregunta u otras en otro momento. En cualquier caso, el hecho de restablecer la comunicación con nuestro interior ya es un gran paso.
Para saber más sobre el duelo, os recomendamos la lectura de nuestra Guía de Duelo Adulto, que ofrece apautas para detectar y atender el duelo complicado. La guía está disponible gratuitamente para su descarga en nuestra página web:


PILAR PASTOR, PSICÓLOGA DE FMLC

http://blog.fundacionmlc.org/preguntas-para-explorar-y-profundizar-en-el-duelo-que-necesito/

Preguntas para explorar el duelo (II): ¿De qué está hecho mi dolor?

PILAR PASTOR, PSICÓLOGA DE FMLC

© MalagónEl dolor es un sentimiento complejo, compuesto de las distintas emociones que cada persona siente, elabora y experimenta de forma diferente. Si bien el dolor es el sentimiento esencial y compartido cuando sufrimos una pérdida, el trabajo de cada uno con su dolor se lleva a cabo conociéndolo.
Elaborar el duelo tiene mucho que ver con sentir, conocer y permitir el dolor. Es una de las tareas del duelo que nos propone Wiliam Worden: “Elaborar las emociones y el dolor que viene con la pérdida”. Según este reconocido autor, siempre que se produce la pérdida de un ser querido, ésta se siente con dolor en mayor o menor medida, con las características únicas de cada persona.
Pero un duelo no se puede elaborar sin sentir dolor. El dolor está tan relacionado con el duelo, que el mismo origen latino de la palabra, “dolus”, significa dolor.

Diferencias en la forma de sentir el dolor tras una muerte

Hablar de dolor, sin embargo, puede resultar ambiguo. Mi concepto y mi sentir del dolor es distinto al tuyo y, cuando se refiere a una pérdida, esta diferencia se acentúa más aún. No es lo mismo que el dolor de alguien sea como sentirse huérfano o que el dolor de otra persona sea como sentirse perdido. Ambos son dolores, pero no se sienten igual, ni implican lo mismo, ni significan lo mismo.
Siempre insistimos en que es imposible comparar el grado de dolor entre una pérdida y otra, y en que no podemos establecer cuál es la muerte más dolorosa ni la peor, puesto que aquí entra el concepto de dolor, y el dolor es algo puramente subjetivo y muy complejo. El dolor ante una muerte depende fundamentalmente del vínculo que el doliente tenía con la persona que ha fallecido, las circunstancias en que ocurrió la muerte, la historia previa y la personalidad del doliente, y del apoyo subjetivo que siente.

No hay que evitar el dolor tras una pérdida

La propuesta que hacemos para adentrarnos un poco más en el conocimiento del propio dolor comienza con no evitarlo. En la medida en que nos acercamos al propio dolor, vamos liberándolo y conociéndolo. Y a medida que vamos conociéndolo, vamos quitando capas hasta conectar con el núcleo del dolor.
No evitar el dolor traerá imágenes, recuerdos, pensamientos y también sensaciones físicas, pero también traerá resistencias. Una parte fundamental del encuentro con el propio dolor es ser conscientes de cuáles son los mecanismos que habitualmente utilizamos para desconectar, para evitar el dolor.
Acercarnos al propio dolor da miedo, parece que nos va a desbordar o que no vayamos a ser capaces de manejarlo. Lo primero que debemos hacer es reconocer si ese miedo está en nosotros y descubrir cómo se manifiesta a través de esas resistencias, pero no para luchar contra ellas, sino para conocerlas y escucharlas de alguna manera.

El duelo y su manifestación física

Otra manera de acercarnos al dolor es a través de las sensaciones físicas. Hay sensaciones que sabemos que no sólo son físicas, sino que contienen algo más. En esa observación del dolor, de la resistencia al mismo, es muy probable que surjan sensaciones físicas. Lo que generalmente hacemos frente a esas sensaciones es intentar evitarlas, razonar con ellas, o intentar que desaparezcan.
Ante este impulso, nuestra propuesta es notar esa sensación. Para ello quizá pueda ayudarnos asignarle una imagen, un color o una forma que la represente. Eso nos permite relacionarnos con esas sensaciones y no negarlas, sino darles espacio y atención. Quizá podamos decirnos: “Una parte de mí, ahora, se siente así”.

Preguntas para facilitar la introspección en el duelo

“¿Cómo lo siento?”, “¿Dónde lo siento?”, “¿De qué está hecho mi dolor?” son preguntas que pueden guiarnos en la introspección, la observación y el conocimiento de nuestro dolor. “Cómo lo siento” y “Dónde” nos remiten a las cualidades más sentidas del dolor, es decir, a lo más físico y a lo más emocional.
La tercera pregunta, “¿De qué está hecho?”, implica ponerle significado a esa emoción. Esa pregunta nos ayuda a indagar y a ponerle nombre al dolor. Quizá en él haya rabiasensación de injusticiaculpatristezadesamparo, etc. Ponerle palabras le da también límites y matices, y nos ayuda a reconocerlo y conocerlo. Eso no implica que vaya a desaparecer, pero sí significa comenzar a relacionarnos con ese dolor y reconocer que una parte de nosotros, en este momento, se siente así.
Para saber más sobre el duelo, os recomendamos la lectura de nuestra Guía de Duelo Adulto, que ofrece apautas para detectar y atender el duelo complicado. La guía está disponible gratuitamente para su descarga en nuestra página web:

http://blog.fundacionmlc.org/preguntas-para-explorar-el-duelo-ii-de-que-esta-hecho-mi-dolor/

lunes, 26 de diciembre de 2016

Padres que perdieron hijos


La Puerta Abierta es un programa de interés general conducido por Juan Pablo Bongarrá que se transmite de Lunes a Viernes a las 22 hs. por canal Luz.
Invitados: Gabriel y Gabriela Sanchez, Jorge y Adriana Szczecko




Conferencia Tu dolor es Mi dolor (grupo de Autoayuda) - grupo de ayuda y autoayuda perdida de un hijo, madres que han perdido un hijo, padres que han perdido un hijo, Consejos para enfrentar la pérdida de un hijo. duelo en el hogar, duelo en familia,

Como superar el duelo tras la muerte de un hijo


La perdida de un hijo. proyecto de Dios

viernes, 16 de diciembre de 2016

Navidades: cómo afrontar la ausencia de los seres queridos fallecidos



Se acercan fechas especiales, denro de nada estamos en plena Navidad. Época de reunirnos con los compañeros de trabajo, amigos y familia. Días de encuentros y reencuentros, en los que aún se nota con más fuerza, la ausencia de los seres queridos fallecidos.

Las emociones y los sentimientos pueden estar a flor de piel. Pasar de la risa a la tristeza, de la alegría al llanto o a sentir un nudo en la garganta, es posible que sea más habitual de lo que creemos. Echar de menos a los que ya no están, sentir su ausencia y vacío, se mezcla con sonrisas cómplices y recuerdos bonitos.

No existe una manera específica y concreta para afrontar estas ocasiones. Cada persona, cada grupo, cada familia vive la pérdida de los seres queridos de forma distinta. Todas son válidas.

Si me preguntáis cuál es la mejor para mi, sin duda diré que la de recordarles y honrarles desde el amor. Reconociendo su presencia a nuestro alrededor, aunque a veces no podamos sentirles tal y como nos gustaría.

Podemos recordarles de muchas maneras distintas. Algunos, elegirán poner su foto, encender una vela en el sitio en el que se sentaban o en el lugar en el que estén sus cenizas; otros, pondrán su canción preferida, prepararán su plato, etc.... Todo es correcto, si nos ayuda a seguir adelante, si a pesar del dolor, nos da fuerzas para seguir caminando por la vida. 

La vida continua y así a de ser, aunque ello no impide que tengamos presentes a nuestros seres queridos fallecidos. Ellos desean que no que suframos y que sigamos adelante. No siempre es fácil, y sabemos que podemos contar con su apoyo y ayudaDesean nuestro bienestar, no nuestro sufrimiento.

Os invito a abrir el corazón sin miedo, a sentir su presencia, a percibir sus señales y vivir plenamente su amor hacia nosotros.

SENTIRLOS SIN VERLOS


Cuando era pequeña y se acercaba una fiesta grande las mujeres de mi casa, mi madre y mi abuela, empezaban los preparativos limpiando a conciencia. Se abría la vitrina de la cristalería y no se volvía a cerrar hasta que todas las copas relucían y así con el resto de muebles, cristales, puertas, cortinas y armarios.

Desde luego, esa no era la parte que a mi más me entusiasmaba de las celebraciones, he tardado muchos años en descubrir lo agradable que puede ser poner orden, limpiar, sacarlo todo, tirar lo inservible y quedarnos solo con lo que necesitamos, lo que nos gusta, lo que nos hace sentir bien.

Poner paz en nuestro interior es parecido a voltear la casa. A mi me parece que, después de un golpe duro, de esos que nos dejan fuera del mundo, no es posible volver a celebrar la vida sin pasar por el trajín de curar nuestras heridas. Ir de habitación en habitación, sacar todos los cajones y limpiar con amor y perdón todo lo que nos pesa, nos duele, nos incomoda.

Mirar en nuestro interior asusta, nos parece que si abrimos la caja de Pandora no podremos con tantosufrimiento acumulado, escondido debajo de las alfombras. Pero he podido comprobar que no corremos riesgo, que lo importante es la intención, de lo demás se encarga el alma. Tenemos una parte sabia que marca el ritmo que necesitamos, ni más ni menos.

Cada vez que liberamos un conflicto aparcado, que trascendemos un miedo dejamos espacio para prestar más atención a la belleza, a la parte amable y dulce de la existencia. Cuando dejamos de pelearnos con nosotros mismos, con el mundo, con quién sea, surge de nuevo la alegría.

Duelen horrores las sillas vacías en Navidad, es cierto, he pasado muchos años bajando al infierno en diciembre, mes en el que murió mi hijo Ignasi, pero la buena noticia que puedo compartir es que cuanto más cerca del amor estamos más fácil resulta sentirlos con nosotros sin verlos. Ya no hay separación ni distancia, solo un inmenso cariño lo invade todo.  

El tiempo, la vida, la muerte y el amor


El tiempo lo cura todo, es una frase que no gusta escuchar, especialmente cuando estamos pasando por procesos dolorosos como puede ser la pérdida de un ser querido, una ruptura, una crisis. 

El tiempo no cura. Somos nosotros los que sanamosnos damos el espacio, el tiempo para hacerlo.

Algunas heridas, cicatrizarán antes. Otras, dejarán huellas muy profundas que seguirán doliendo en ciertos momentos de la vida, a pesar de estar ya curadas. Recordándonos que amamos, que estuvimos unidos a seres y situaciones que marcaron un antes y un después.

El tiempo es un compañero de viaje fiel y leal. Marca su ritmo de manera incansable y objetiva, siguiendo un mismo compás. Cuando el dolor está presente, el tic tac de la vida, se alarga, parece no tener fin. Cuando somos y estamos felices, se apresura de tal manera que parece desaparecer sin dejar rastro de su paso.

Cuando morimos, el tiempo transcurre de otra forma, es más tranquilo y sosegadoLos sentimientos prevalecen sobre las ideas. En vida podíamos haber sido el seguidor número uno de un equipo de fútbol, y al morir, no darle la mínima importancia. Es algo que sorprende y que cuesta aceptar. Tendemos a pensar que al morir, seguiremos siendo nosotros mismos, con las misma costumbres, pensamientos, sentimientos, miedos, dudas. Si, seguimos siendo la misma alma, pero más ligera de equipaje, de cargas, de preocupaciones y damos importancia a lo que realmente lo es, el amor.

Cuando estamos muy apegados a la tierra, somos más parecidos a cómo éramos cuando estábamos vivos, aunque diferentes, pues sentimos con el corazón y no con la mente. Siendo el proceso de tránsito, un poco más largo. Cuando entendemos que el vivir es sólo una etapa de una vida eterna, que es una escala en un largo viaje infinito, el tránsito, es más fácil.

Y, si. Tendremos tiempo para reencontrarnos, para volver a recordar que en una, varias o en todas las vidas nos amamos y que compartimos ilusiones y proyectos.

El tiempo marca vidas, etapas, tránsitos. El amor es el enlace que hace posible que volvamos a vernos, a sentirnos; pues el amor cuando es de verdad, permanece inalterable a lo largo de vidas, años, siglos, milenios, eones....


miércoles, 14 de diciembre de 2016

Vivir la pérdida

Resultado de imagen de grupo autoayuda para padres perdieron sus hijos

Recursos de ayuda
Información sobre grupos de apoyo en el mundo de la Sociedad Española de Tanatología Asociaciones y grupos de ayuda por países
Muerte de un hijo:

Fundación Aladina 

Ayuda la elaboración del duelo ofreciendo de forma totalmente gratuita, grupos de apoyo, terapia individual y de pareja a padres que han perdido sus hijos por cáncer. Madrid (España)

Grupos Renacer
Grupos de ayuda mutua de padres que han perdido a sus hijos.

Cuando muere un hijo/a
Página personal de Yuraima Martini. Después de recuperarse de la muerte de su hijo y su nieto en un accidente, acompaña a padres que han perdido a sus hijos. Fundadora del grupo de apoyo y mutua ayuda en el duelo para padres y madres VOLVER A VIVIR. Valencia (Venezuela)

Asociación Alma y Vida. Padres y madres en duelo
“Alma y Vida” nace en el año 2004 a partir de la idea de familias que han coincidido en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, y perdido a sus hijos menores por causas oncológicas – hematológicas. "El sufrimiento nos hace ver la necesidad que existe de una auténtica ayuda para poder sobrellevar el dolor de aquellos padres que no ven a sus hijos crecer, sino morir. Estos sentimientos describen brevemente el objetivo principal de la creación de Alma y Vida”.

Estrella Mailí
Página personal de Gisela Luján, autora del libro "Buscando a Mi Estrella Mailí, reconstruyendo mi vida después de la muerte de mi hija" . Dispone de chat y un boletín mensual con distintos artículos sobre el duelo.
Muerte perinatal-neonatal. Muerte súbita del lactante:

UMA.MANITA Apoyo para la muerte perinatal & neonatal
esta página nace en memoria de nuestra hija Uma que nació sin vida el 30 de diciembre 2007. Uma significa Luz y por ella queremos aportar un poquito de luz a otros padres en este momento de oscuridad

Centro de enseñanza del embarazo. Consuelo para una pérdida
Recomendaciones para la pareja, para los familiares y amigos.

Era en abril.
Grupo de ayuda mutua para padres que perdieron embarazos o bebés. (Argentina) Somos un grupo de padres que perdimos a nuestros bebés y viendo que no existía un grupo de este tipo que nos ayude decidimos fundarlo para poder ayudar a otros papás que están en la misma situación que estuvimos nosotros (buscando ayuda desesperadamente).

SIDS - Argentina - Síndrome de Muerte Súbita.
Este website ofrece información sobre el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SIDS) para  investigadores, profesionales de la salud, maestros y padres.

Otros enlaces a páginas de apoyo en el duelo por una muerte perinatal o neonatal

Muerte por suicidio:

Grupo de Ayuda para familares en duelo por suicidio. Estaciones del alma. Buenos Aires
"Los que hacemos Estaciones del Alma sabemos que el duelo es un proceso intenso y doloroso de ajuste emocional que se vive ante una pérdida significativa. En esta página podes encontrar:  información sobre duelo,  libros recomendados, la revista Estaciones del Alma, reflexiones, letras de canciones, etc..."

Información sobre suicidios y crisis (Befrienders Internacional)
Este sitio web está destinado para personas que se sientan tristes, deprimidas, que contemplan el suicidio, o que están preocupadas por un amigo o familiar

Asociación Rumbos. Asistencia psicológica y prevención del suicidio
Asociación Uruguaya. Ver artículo: Ser sobreviviente de un suicidio: un estigma a superar.
Asociaciones de ayuda en el duelo en España
AMAD. Asociación de mutua ayuda ante el duelo
Madrid. Ofrecen su ayuda de forma gratuita, sin vínculos políticos ni religiosos y respetando creencias y cultos personales. Reuniones semanales

ALAIA. Asociación de Ayuda a Enfermos Graves y Personas en Duelo. Madrid. 
Asociación sin ánimo de lucro dedica a brindar apoyo emocional a personas en duelo y acompañar enfermos en situación terminal.

CAMINAR - Asociación Valenciana de Apoyo en el Duelo.
La Asociación ‘Caminar’ es una entidad no lucrativa y aconfesional que basa su filosofía en la acogida incondicional de las personas en duelo, la escucha activa y el acompañamiento.

SNUA. Shanti Nilaya, Unidad de Acompañamiento en el duelo 
Teléfono: 93.565.60.00, extensión 5132. Hospital General de Catalunya, Sant Cugat del Vallès, Barcelona. Lunes, martes, jueves y viernes de 9.00 a 14.00.

Teléfono de la Esperanza (España)
Teléfonos de contacto por provincias

Asociación Viktor E. Frankl.
Es una Asociación de Profesionales (psicólogos, médicos, diplomados en enfermería, maestros, pedagogos, psicopedagogos, abogados, periodistas, trabajadores sociales, etc.) para la ayuda en el sufrimiento, en la enfermedad y ante la muerte. Constituida en la ciudad de Valencia, España, como una asociación sin ánimo de lucro, no persigue fines especulativos ni lucrativos; es apolítica y aconfesional.

Centro de duelo AVES. Barcelona. 

Ofrecemos un espacio donde encontrarse con personas que están pasando por la misma situación de duelo, o de enfermedad - cáncer y cerebro-vasculares -, y poder expresar y compartir todas las vivencias y sentimientos que están en nuestro interior y que resultan tan difíciles de sacar en las circunstancias de la vida cotidiana.

Mas asociaciones y grupos por comunidades autónomas
Asociaciones de ayuda en el duelo en otros países

Fundación Piero Rafael Martínez De La Hoz.
Dedicada a dar apoyo individual y grupal en el duelo, en Panamá. Su página Web contiene abundante información sobre el proceso de duelo.

Páginas personales


Calcetines del revés
Los autores, que perdieron a su hijo en un atentado terrorista, relatan sus experiencias y reflexiones además de diferentes actividades, técnicas y prácticas que han realizado y que les han ayudado en su duelo.

Pagina personal de Carlos Juan Bianchi Médico psiquiatra y psicoterapeuta. 
Tras la muerte repentina de uno de sus hijos en 1990 ha centrado su labor profesional en torno a la terapia de pareja y la elaboración de los duelos motivados por pérdidas significativas. Es autor entre otros del libro  "El proceso del duelo" (Editorial Corregidor, Buenos Aires, 2003).

El duelo. 
Sobre cómo ayudarse y ayudar a otros a enfrentar la muerte de un ser querido Sitio web de J. Montoya Carrasquilla con abundante y cuidada información sobre el proceso de duelo (en español).   

Web de Anji Carmelo. Barcelona. 
Página de Anji Carmelo, autora de los libros sobre el duelo: Déjame llorar y Camino de héroes
Libros de ayuda para personas en duelo. Publicaciones para profesionales

Afinlibros.com 
Es una librería online especializada en libros sobre acompañamiento a enfermos, cuidados paliativos, muerte y duelo.
Supervivientes de catástrofes

Fundación Latinoamericana para Ayuda Mental en Crisis.
Ayuda para los supervivientes de catástrofes y eventos traumáticos.
Otros enlaces


Sociedad Española de Tanatología.
Enlaces a sitios relacionados con el duelo (la mayoría en inglés)

Fuente:http://www.vivirlaperdida.com/recursos-.html