LIBROS Walter Riso
Libros para el balance Emocional y la Vida en Pareja. Recomendamos meditar, todo lo que los autores escriben es fruto de su meditación.
En este nuevo libro de superación, Walter Riso nos aproxima al apasionante mundo de la asertividad y el respeto por uno mismo. El autor nos lleva de la mano de la psicología, en un lenguaje sencillo pero a la vez profundo, a comprender por qué a veces doblegamos nuestro espíritu, aunque tengamos la opción de no hacerlo. En palabras del autor: Cada vez que agachamos la cabeza, nos sometemos o accedemos a peticiones irracionales, le damos un duro golpe a la autoestima: nos flagelamos. Y aunque salgamos bien librados por el momento, logrando disminuir la adrenalina y la incomodidad que genera la ansiedad, nos queda el sinsabor de la derrota. ¿Quién no se ha mirado alguna vez al espejo tratando de perdonarse la sumisión o no haber dicho lo que en verdad pensaba? ¿Quién no ha sentido, así sea de vez cuando, la lucha interior entre la indignación por el agravio y el miedo a enfrentarlo? Aun así, en cada uno de nosotros hay un reducto de principios donde el ”yo” se niega a rendir pleitesía y se rebela. Tenemos la capacidad de indignarnos cuando alguien viola nuestros derechos o somos víctimas de la humillación, la explotación o el maltrato: podemos decir NO. En el proceso de aprender a querernos a nosotros mismos, junto al autoconcepto, la autoimagen, la autoestima y la autoeficacia, que ya he mencionado en Aprendiendo a quererse a sí mismo, hay que abrirle campo a un nuevo ”auto”: el autorrespeto, la ética personal que separa lo negociable de lo no negociable, el punto de no retorno. Detrás del ego que acapara, está el yo que vive y ama, pero también está el yo aporreado, el yo que exige respeto, el yo que no quiere doblegarse, el yo humano: el yo digno.
La motivación básica del presente texto es acercamos a estas emociones
benéficas, rescatarlas e integrarlas a la vida cotidiana, para que logremos recoger sus
enseñanzas y recuperar parte de aquella sabiduría natural que alguna vez tuvimos. Tal
vez debamos comprender de dónde venimos, para saber a dónde vamos. Y acaso, dejar
de buscar en la inmensidad del firmamento exterior, para indagar en nuestro propio ser.
En lo más primitivo de nuestra humanidad están las directrices que hay que seguir, sólo
debemos tomarlas y vivirlas a plenitud.
En una cultura donde se ha sobrevalorado la entrega amorosa ilimitada, la vida en pareja se ha convertido en la principal forma de autorrealización. Un sentimentalismo exagerado ha hecho que se ignore el sacrificio personal que implica tal abnegación. Sin embargo, el amor no lo justifica todo. Existe otra forma de entender el amor: amar sin destruirnos a nosotros mismosy huir de la idealización absolutista; se puede amar sin ansiedad y sin negociarlos principios vitales que nos determinan. Un amor maduro es el que integra el amor por el otro con el amor propio sin conflicto de intereses.¿Quién dijo que para amar había que anularse y dejar de lado los proyectos de vida? Para amar no debes renunciar a ti mismo, ésa esla máxima.
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Nuevamente cae en mis manos otro gran libro del autor Walter Riso. Esta vez es “Manual para NO morir de amor”
De acuerdo a sus propias palabras:
Infinidad de personas en el mundo han quedado atrapadas en nichos emocionales a la espera de que su suerte cambie, sin ver que son ellas mismas quienes deben hacer su revolución afectiva. Cada quien reinventa el amor a su amaño y de acuerdo a sus necesidades y creencias básicas, cada quien lo construye o lo destruye, lo disfruta o lo padece. Morir de amor no es un designio inevitable, una determinación biológica, social o cósmica: puedes establecer tus reglas y negarte a sufrir inútilmente. Esa es la consigna.
¿Qué hacer entonces? ¿Es posible amar sin equivocarnos tanto y que el sufrimiento sea la excepción y no la regla? ¿Cómo amar sin morir en el intento?
En el presente libro he intentado plasmar algunos de los problemas que convierten el amor en un motivo de agonía y angustia y he contrapuesto a ellos una serie de principios básicos de supervivencia afectiva, los cuales proporcionan herramientas para no morir de amor y cambiar nuestra concepción del amor tradicional por una más renovada y saludable. Estos principios obran como esquemas de inmunidad o factores de protección.
Los principios enunciados por Riso son:
Si ya no te quieren, aprende a perder y retírate dignamente.
Casarse con el amante es como echarle sal al postre.
Evita el sacrificio irracional: no te anules para que tu pareja sea feliz.
¿Ni contigo ni sin ti? ¡Corre lo más lejos posible!
El poder afectivo lo tiene quien necesita menos al otro.
No siempre un clavo saca a otro: a veces, los dos se quedan adentro.
Si el amor no se ve ni se siente, no existe o no te sirve.
No idealices al ser amado: míralo como es, crudamente y sin anestesia.
El amor no tiene edad, pero los enamorados si.
Algunas separaciones son instructivas: te enseñan lo que no quieres saber del amor.
Quererse a sí mismo es quizás el hecho más importante que garantiza nuestra supervivencia en un mundo complejo y cada vez más difícil de sobrellevar. Curiosamente, nuestra cultura y educación se orientan a sancionar el quererse demasiado. Hay épocas para el amor y decretos sobre lo que es de buen gusto y de mal gusto. Si decides felicitarte dándote un beso, posiblemente las personas que te rodean (incluso el psicólogo de turno) evaluarán tu conducta como ridícula, narcisa o pedante. Es mal visto que nos demos demasiado gusto. Cuando pensamos en nosotros mismos por demasiado tiempo, nos contemplamos o nos autoelogiamos, se nos reprende: “Todos los excesos son malos”, se nos dice. Discutible. Algunos excesos nos recuerdan que estamos vivos. Nuestra civilización intenta inculcar principios como el respeto al ser humano, el sacrificio, el altruismo, la expresión de amor, el buen trato, la comunicación, etc., pero estos principios están dirigidos al cuidado de otros humanos. El auto-respeto, el auto-amor; la autoconfianza y la auto-comunicación, no suelen tenerse en cuenta. Más aun, se considera de mal gusto el quererse demasiado. Si una persona es amigable, expresiva, cariñosa y piensa más en los otros que en ella misma, es evaluada excexcelentemente: su calificativo es elde “querida”. Si alguien disimula sus virtudes, niega o le resta importancia a sus logros, es decir; miente o se auto-castiga, ¡es halagado y aceptado!No sólo rechazamos la auto-aceptación honesta y franca, no nos importa que seacierta o no, sino que promulgamos y reforzamos la negación de nuestras virtudes.
Muchas personas viven atrapadas en relaciones afectivas enfermizas de las cuales no pueden, o no quieren, escapar. El miedo a perder la fuente de seguridad y/o bienestar las mantiene atadas a una forma de tortura pseudoamorosa, de consecuencias fatales para su salud mental y física.
Con el tiempo, estar mal se convierte en costumbre. Es como si todo el sistema psicológico se adormeciera y comenzara a trabajar al servicio de la adicción, fortaleciéndola y evitando enfrentarla por todos los medios posible. Lenta y silenciosamente, el amor pasa a ser una utopía cotidiana, un anhelo inalcanzable. Y a pesar del letargo afectivo, de los malos tratos y de la constante humillación de tener que pedir ternura, la persona apegada a una relación disfuncional se niega la posibilidad de un amor libre y saludable; se estanca, se paraliza y se entrega a su mala suerte.
No importa qué tipo de vínculo tengas, si realmente quieres liberarte de esta relación que no te deja ser feliz, puedes hacerlo. No es imposible.
Este texto va dirigido a cualquier persona que quiera revisar su vida afectiva y hacer del amor una experiencia satisfactoria. No es un libro optimista ni pesimista, sino realista.
No encontrarás aquí las mejores reglas para vivir con tal o cual estilo, más bien lograrás establecer espacios de reflexión para comprender mejor tu relación de pareja y dilucidar hasta dónde se justifica luchar por ella o no.
El libro señala y profundiza la existencia de algunos estilos afectivos disfuncionales (maneras de amar) de los cuales sería mejor no enamorarse. No por ello estas personas no sean merecedoras de amor, sino que cualquier relación donde la integridad del “yo” peligre y los valores más importantes de uno deban ser negociados no vale la pena vivirla.
Sobre el mito de la fortaleza masculina, y la supuesta incapacidad de los hombres para Amar.
Uno de los peores males psicológicos que existen es el apego emocional. Este tipo de dependencia no sólo es causa de sufrimiento e infelicidad, sino que constituye también un obstáculo para el crecimiento interior.
Apoyándose lo mismo en las más recientes aportaciones de la psicología cognitiva que en la antigua tradición budista, Walter Riso demuestra aquí que engancharse de manera obsesiva e irracional a una persona, un objeto, una actividad o un sentimiento impide alcanzar una vida plena y saludable.
Estas páginas nos invitan a dejar atrás todo aquello que no necesitamos, aquello que nos encadena y lastra nuestro desarrollo, reduciendo la capacidad que tenemos para decidir, actuar y ser dichosos.
Desapegarse no significa dejar de desear cosas, renunciar a las pasiones o mostrar indiferencia frente a los otros. Se trata, por el contrario, de asumir la existencia de manera libre, sin cifrar el bienestar individual ni el sentido de la vida en un aspecto específico de la realidad.
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