Hemos recibido muchos comentarios e e-mails con preguntas sobre la muerte de seres queridos, especialmente la muerte de los hijos. Aunque hemos contestado a casi todas las preguntas que nos hacéis, hemos creído conveniente reunir aquí algunas de esas preguntas, con la finalidad de que puedan ayudar a otros en la misma situación. Si te interesa el tema, puedes leer nuestro post relacionado: dudas tras la muerte de una pareja. También puedes profundizar en el tema de la postvida leyendo los post anteriores que puedes consultar en el listado, pulsando aquí.
Pregunta enviada por Mari Jose:
“Tengo una pregunta: ¿qué pasa con nuestros seres queridos que mueren y son niños de corta edad? Lo pregunto porque mi hija murió hace casi tres meses, tenía dos años, y tengo mucha curiosidad de saber cómo está en ese otro mundo desencarnado. Gracias”
Nuestra respuesta:
Aunque los que mueran sean de corta edad, tenemos que recordar que son de corta edad aquí, en el plano físico, pero no como Almas. Por lo tanto, cuando un niño o un bebé muere, pasa a ser un espíritu, y no un bebé. Por lo tanto, da igual la edad que tenga. Te diré más. Cuando un bebé o un niño muere, reconocemos que se trataba de un alma avanzada que decidió hacer un trabajo para los demás y para sí misma en ese breve periodo de tiempo. La mayoría de las veces, se trata de una prueba para los padres. Tu hija se encuentra perfectamente, como un alma avanzada y adulta que ha terminado su trabajo aquí, por eso se ha marchado.
Pregunta enviada por Jose:
“Si un hijo por una enfermedad de trastorno de personalidad juega con la muerte y por mala fortuna resbala y cae desde una azotea y muere ¿cómo sería tomado, por suicidio o por accidente? Y nosotros los padres ¿estaríamos pagando ambos algún karma pasado? o como comenta la doctora Elisabeth Kübler-Ross ¿cómo puede hacernos esto más grandes espiritualmente? gracias y felicitarles por este sitio tan interesante”
Nuestra respuesta:
En primer lugar debemos tener claro que el suicidio no se condena en el mundo de los espíritus. Debemos saber que no hay condenas, que no existe un juicio y un infierno como cuentan las religiones. Somos nosotros mismos quienes, tras dejar la vida en la Tierra, repasamos nuestra vida y consideramos qué hemos hecho bien y qué mal, así como cuáles han sido las consecuencias de nuestros actos para nuestros seres queridos. Aunque el suicidio no está bien, y tiene sus consecuencias, en el caso que planteas no creo que se tengan en cuenta.
Yendo concretamente al caso que mencionas, una persona con un trastorno de personalidad no es siempre consciente de lo que hace, por lo que ni siquiera los que vivimos en la Tierra podemos juzgar sus actos. Lo que le ha pasado a ese hijo fue un accidente (desde un punto de vista humano). Antes de encarnar y bajar a la tierra en forma humana, todos decidimos cómo será nuestra vida e incluso cómo será nuestra muerte, por lo que los accidentes, desde el punto de vista espiritual, no existen. Todo estaba más o menos planeado. Por decirlo de algún modo sencillo, al bajar a la Tierra todos tenemos un plan principal. Con el transcurso de la vida, ese plan puede ir sufriendo variaciones (que nosotros como humanos consideramos accidentes), sin embargo se trata de otros planes (un plan B, por ejemplo), que vamos poniendo en práctica. Puede que ese hijo tuviese un plan en el que moría con 70 años, pero por diferentes decisiones y circunstancias, llevó a cabo otro plan, en el que moría más joven. Espero que esto conteste a tu pregunta. No fue un suicidio, si no un accidente desde una óptica humana. Y no hay accidentes desde un punto de vista espiritual, estaba planeado así. No hay nada que vosotros hubierais podido hacer para evitar lo que ha sucedido.
En cuanto a la segunda cuestión que planteas, debemos saber también varias cosas. El Karma (o la ley del Karma) no es un castigo, nunca. Se trata de un aprendizaje que debemos hacer para evolucionar espiritualmente. No ya en esta vida (que también), sino a niveles superiores. Evidentemente, lo que os ha sucedido con vuestro hijo estaba planeado por él y por vosotros antes de encarnar en la Tierra, con la finalidad de que aprendieseis algo importante gracias a estos hechos. Ni yo ni nadie te puede decir qué es lo que necesitáis aprender, eso depende de que persona y su historia personal. Sin embargo, el aprendizaje para ti ya ha comenzado y ya estás creciendo espiritualmente. Comenzaste a crecer desde que nació tu hijo. Seguisteis evolucionando cuando descubristeis que tenía un trastorno de personalidad. Y ahora sigues creciendo tras su marcha. Tu proceso de crecimiento está en marcha. Lo que tienes que aprender ya lo estás aprendiendo.
Pregunta enviada por MzJose:
“Mi hija querida murió hace un año y estoy destrozada. No puedo parar de pensar en ella. Era mi vida y nos queríamos con locura; teníamos una relación muy especial entre madre e hija. Nunca pensé que me podía pasar esto tan horroroso. He leido su blog y me gustaría saber si ella está a mi lado. No sueño nunca con ella ¿por qué?
Nuestra respuesta:
Aunque ahora te cueste creerlo, tu hija y tú os conocías antes de nacer, en el mundo de los espíritus. Sois almas que trabajáis juntas en esta vida y habéis estado juntas en vidas anteriores, así como lo seguiréis haciendo en las próximas vidas. Siempre bajamos a la Tierra (reencarnamos) con las mismas almas. Tu hija y tú os volveréis a encontrar, no te quepa la menor duda. La muerte de tu hija estaba planeada antes de que bajaseis a la Tierra. Planeamos todo lo que nos va a pasar, y la muerte también. Esto sucede porque necesitas aprender algo de todo esto y tu hija y tú, en el mundo de los espíritus, decidisteis que ella estaría viviendo contigo por un tiempo y después se marcharía de nuevo, para que tú siguieras viviendo y aprendiendo algo.
Tu hija está bien, te lo aseguro. Cuando murió, se marchó de nuevo al lugar de donde venís, y volverás en reencontrarte con ella cuando mueras tú (de manera natural, no por suicidio). Ella ha estado a tu lado durante un tiempo, normalmente los espíritus de nuestros seres queridos se quedan a nuestro lado unos meses, hasta que nos encontremos mejor. Después, se marchan, pues tienen mucho trabajo que hacer en otros planos. Es posible que si te estás encontrando tan mal, tu hija no se haya marchado del todo y siga junto a ti, pero de lo que se trata es de que la dejes irse del todo, para que siga su camino. A ella no le gusta ver que la echas tanto de menos. Lo que ella quiere es que te des cuenta de que puedes seguir viviendo sin tenerla cerca, de que puedes disfrutar de la vida sin ella, sabiendo que os volveréis a encontrar después.
Dices que no sueñas con ella, y esto es algo normal. Cuando lo estamos pasando muy mal por una pérdida, los espíritus no quieren hacerse presentes para no entorpecernos más. Tu hija sabe que si se te presenta en sueños tú te sentirás peor al despertar, por lo que prefiere no hacerlo, por tu bien.
Tú puedes hablar con ella si quieres. Habla de lo que te preocupa, de lo que sientes, desahógate hablándole. Ella te está escuchando, te lo aseguro. Los espíritus no nos dejan solos si nos encontramos muy mal por su marcha. Por lo tanto, háblale siempre que lo necesites. Estate atenta a las señales… ellos las envían en muchas formas (una canción, una frase publicitaria, etc.). Y, poco a poco, deja que se marche… tienes que aprender a vivir sin ella, es una prueba que te pusiste antes de reencarnar aquí y debes superarla.
Hay dos libros que te pueden ser muy útiles para entender todo esto: “La vida entre vidas” y “Destino de las almas”, ambos del psicólogo Michael Newton. Y uno muy bonito que deberías leer para comenzar en este tema: “La muerte: Un amanecer” de la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross. Para ayudarte psicológicamente con tu duelo, te recomiendo “El camino de las lágrimas” (Jorge Bucay).
https://circulodebusqueda.wordpress.com/2010/02/01/dudas-tras-la-muerte-de-un-hijo-2/