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martes, 2 de agosto de 2016

Homeopatia

HOMEOPATIA Y EL INDIVIDUO. CUERPO, MENTE, Y ESPIRITU
Por: Catalina Elsa Natalichio
Dedicado al Dr Alberto Castellano Herrera, que me mostró este camino.
                                  Mi Agradecimiento a la Dra Mónica Aldrovandi.

Quiero tomar el tema de “La Homeopatía” como medicina alternativa que trata
al individuo (indi-viso) para su tratamiento, como alguien a quien se toma para su
curación de forma completa, pues la Alopatia por ejemplo trata los síntomas sin
solucionar las causas que los produjeron. 

Hago una pequeña reseña historica para así comprender mejor esta exposición.
La homeopatía nace en el año 1976 descubierta por el medico aleman Hanneman quien utilizando sustancias naturales extraidas de vegetales, minerales, y animales, utilizó un sistema llamado “dinamización”, el cual diluye las sustancias utilizadas en cantidades infinitesimales (una gota diluida y dinamizada 99 veces), logrando elevar las defensas naturales que posee el organismo, porque este tiene una cualidad innata para la
curación, por eso la homeopatia no trata los síntomas sino las causas de la alteración global del organismo. 

En la medicina tradicional se utitiza en las vacunas el proceso de similitud activado
por Hanneman con sustancias que aplicadas en grandes dosis producirían los mismos síntomas de la enfermedad. El lo comprobo aplicando estas en si mismo y a su familia
con resultados exitosos. El tratamiento tiene en cuenta el estado emocional y mental
de la persona, asi ya lo habia dicho Sócrates 500 años antes de Cristo (no hay
enfermedad del cuerpo que no sea de la mente). Aunque parezca extraño los
medicamentos se potencian a medida que se avanza en su dilución porque se va
liberando la carga energética que estos contienen (diluye la materia y agita la dilución) dinamizacion. 

Con esto no se excluye la alopatia porque en algunos casos estas medicinas pueden complementarse.

Estos son unos pocos ejemplos  de los casos a tratar ya que muy amplio y extenso es el Vademécum: En transtornos inhibitorios, temblores, diarreas emotivas: gelsemiun. En humor cambiante, taquicardia, bostezos, decaimiento: ignatia. En cansancio muscular, pinchazos dolorosos y hematomas: árnica.