martes, 12 de marzo de 2024

El sentimiento de culpa: El castigo que no merecemos


ORIGEN Y EXPLICACIÓN DEL SENTIMIENTO DE CULPA. CÓMO LIBERARSE DE LA CULPA DESADAPTATIVA

La culpa: nuestro juez más implacable

La culpa es un sentimiento tan poderoso como complejo, por su origen y también por la multiplicidad de factores psicológicos con los que se relaciona e interactúa.

Las emociones desempeñan un papel adaptativo

Cuando la culpa actúa de esta forma –es decir cuando la culpa es adaptativa–, su función es reconocer los errores y poner en marcha conductas de ajuste y reparación. En este caso, la culpa nos ayuda a no transgredir ciertas normas y códigos éticos, digamos que enciende un «aviso» que nos previene de cometer errores que podrían tener graves consecuencias.

En este artículo voy a centrarme en la culpa desadaptativa, la que por su intensidad y frecuencia es fuente de dificultades y desórdenes emocionales. En el resto del contenido, salvo ocasiones que considere necesarias no insistiré en ponerle el calificativo.

Cuando hablamos del sentimiento de culpa desde la Psicología, tenemos que hablar de otros términos y conceptos muy próximos: autoestima, perfeccionismo, rumiación, falta de autoconfianza, autocensura, miedo, asertividad, regulación emocional…; en efecto, la culpa está incorporada a muchas de nuestras dificultades emocionales, y en muchas ocasiones, no es fácil identificar si es el origen o la consecuencia (en muchas ocasiones ambas). Vamos a tratar de desentrañar qué es el sentimiento de culpa y ayudar a comprender qué podemos hacer para liberarnos de sus efectos más perjudiciales.

Comprendiendo qué es la culpa y el sentimiento de culpa

Antes de nada, quiero diferenciar los términos culpa y culpabilidad que son habituales y están bien definidos en el ámbito de la jurisprudencia, con el concepto utilizado en el campo de las emociones y la Psicología. En este artículo voy a hablar de la culpa en relación a nuestra especialidad, la Salud Emocional.

El sentimiento de culpa está, en general, acompañado de emociones displacenteras como tristeza, angustia, frustración, impotencia o remordimiento, entre otras, y de pensamientos reiterativos e improductivos; y funciona de un modo diferente según su origen temporal. Así, podemos sentir culpa por:

  • Algo que hicimos o no hicimos (pasado)
  • Algo que no estamos o estamos haciendo (presente)
  • Algo que vamos o no vamos a hacer (futuro)

La culpa es un mecanismo en el que, a partir de un acto u omisión, realizamos un “juicio moral” de nuestra conducta (incluso de nuestros pensamientos) y “dictaminamos” que hemos cometido un error y deberíamos tener un castigo.

 En esta definición que propongo, hay varias cuestiones que son esenciales para comprender cómo funciona el mecanismo de la culpa.

La culpa y la conciencia moral      

Cuando sentimos culpa ante una acción u omisión:

  • Somos nuestros propios “jueces”.
  • Realizamos el “dictamen” de culpabilidad.
  • Y finalmente nos aplicamos el “castigo”: emociones displacenteras.

En el proceso de la culpa influye lo que podríamos denominar conciencia moral, un conjunto de normas y valores que hemos construido desde la infancia, para diferenciar el “bien del mal”, y que nos permite establecer los límites, a nuestra conducta y a nuestros pensamientos.


Fuente:  https://www.areahumana.es/sentimiento-de-culpa/

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